Ohrid es una de las ciudades más bonitas (y también más turísticas) de Macedonia así que no podía faltar en nuestro recorrido por el país.
Decidimos ir en autobús desde Skopje ya que no teníamos pensado alquilar coche y el precio de los autobuses es muy barato. Nos costó 8€ el trayecto y en algo más de 3 horas llegamos a Ohrid. Llegamos a Ohrid por la noche y fuimos directamente a la Villa Boban que habíamos reservado por Booking.
Nuestra primera parada fue la Fortaleza de Samuel. No es de extrañar que Ohrid tenga una fortaleza ya que fue capital del primer imperio búlgaro.
Desde las murallas se tienen unas de las mejores vistas del lago. La verdad es que nos impactó ya que no pensábamos encontrarnos una fortaleza de estas características en Macedonia. El interior no tiene mucho a ofrecer ya que sólo se encuentran ruinas.

Muy cerca se encuentra el antiguo anfiteatro griego, más tarde convertido en una arena de gladiadores por los romanos y hoy en día es el lugar donde se celebra el festival de verano de Ohrid.

Sinceramente una de las cosas que más me enamoró de esta ciudad, aparte de las vistas impresionantes del lago, son sus calles. Las calles empedradas, las casas y los coches antiguos hacen de este un destino imprescindible.


Hay muchas iglesias en la pequeña ciudad de Ohrid aunque cuentan que llegó a tener 365. Actualmente quedan muchas menos pero las que hay son impresionantes.
La que más nos gustó fue la de St Jovan de Kaneo ya que al estar construida en un pequeño acantilado ofrece unas vistas al lago impresionantes.

Uno de los principales atractivos de la ciudad es el lago que crea una frontera natural con Albania. Un tercio del lago pertenece a la vecina Albania y dos tercios a Macedonia.

El monasterio de San Panteón es un monasterio ortodoxo, actualmente pertenece a la Iglesia Ortodoxa de Macedonia. Cuando fuimos aún estaba en proceso las excavaciones arqueológicas del lugar. Para acceder al recinto hay que pagar una entrada de 0,40€.

La Iglesia de Santa Sofía es una de las iglesias medievales más grandes de todo el país. Con la llegada de los turcos a esta región la Iglesia de Santa Sofía fue convertida en mezquita (como su homónima en Estambul) y todos los frescos fueron tapados. Desde 1950 a 1957 hubo una intensa restauración en Santa Sofía y los frescos fueron descubiertos.


Finalmente llegamos a la orilla del lago dónde se pueden hacer recorridos en barco de 1 hora por 8€ por persona. Nosotros preferimos recorrer la orilla por una pasarela que hay.

Desde allí tomamos el Bulevar Makedonski, dónde se encuentra una estatua de San Clemente. Esta calle es la calle comercial y turística de la ciudad y al ser peatonal está siempre repleta de gente. Así que decidimos relajarnos en una terraza con vistas al lago y aprovechar los rayos de sol en invierno.
Teníamos en mente pasar una noche más en Ohrid pero al poder observar toda la ciudad en un día decidimos coger un autobús nocturno que nos llevó directamente a Sofía.
