Teníamos muchas ganas de realizar un safari en África y finalmente nos decidimos por hacerlo en Sudáfrica. Nuestro objetivo era ver animales y por eso preferimos dedicar más días al parque Kruger y optamos por no visitar Ciudad del Cabo y Johannesburgo.
Día 1: Llegada a Johannesburgo y traslado a Santa Lucía
Llegamos al aeropuerto de Johannesburgo a las 11 de la mañana y pusimos rumbo a Santa Lucia. Nos quedaban 7h de camino y nuestra mayor preocupación era que se nos hiciera de noche.
Comimos por el camino en un área de servicio y finalmente llegamos a las 19h al hotel, una hora y media después que anocheciera. Aunque no tuvimos ningún problema yo evitaría conducir de noche ya que no hay iluminación por las carreteras y vimos algún accidente.
Una vez llegados al alojamiento decidimos dar una vuelta por la zona y cenar algo. Decidimos alojarnos en Monzi Safaris y sin duda fue una muy buena decisión. Dormimos en tiendas situadas al lado de la piscina con baño privado y barbacoas comunitarias.

Día 2: Isimangaliso
El día empezó prontito y decidimos ir al parque de Isimangaliso. Era nuestro primer día de safari y estábamos muy emocionados. Una vez pasada la puerta y pagada la entrada de 285 rands los 4 (porque no está incluida en la Wild Card), realizamos varios itinerarios con nuestro coche de alquiler dónde pudimos observar búfalos, gacelas, hipopótamos, cebras… entre otros.
Nos acercamos también a la playa a ver si veíamos ballenas o algún tiburón blanco, pero no hubo suerte. Con todo y con eso disfrutamos de un paseo muy agradable ya que la playa estaba vacía.

Para terminar, cenamos una espectacular barbacoa de pescado que organizó nuestro hotel.

Día 3: Tour Hipopótamos y traslado a Swazilandia (Hlane Royal National Park)
Realizamos el tour del amanecer para poder ver a los hipopótamos y fue espectacular. El tour dura unas 2h con un precio de 220 rands por persona y en el vimos aparte de hipopótamos, cocodrilos, águilas, monitores.
Después del tour nos pusimos en marcha hacia Swazilandia ya que teníamos casi 3h de camino. Decidimos comer por el camino ya que no sabíamos cuánto tardaríamos en cruzar la frontera. La verdad es que el trámite fue muy muy rápido y sólo tuvimos que pagar 50 rands por el coche.
Una vez en Swazilandia tardamos una hora extra para llegar ya que una de las carreteras estaba en obras y eran 20km de arena y piedras, debido a esto se nos hizo de noche. Justo a 1km de llegar al desvío del parque por culpa de un “pothol” reventamos una rueda, así que no nos quedó más remedio que cambiarla iluminándonos con la linterna del móvil.
Una vez llegados al bungalow cenamos en el restaurante del campamento y nos relajamos disfrutando del maravilloso cielo lleno de estrellas.

Día 4: Hlane Royal National Park
Decidimos realizar el tour del amanecer ya que nuestro coche no estaba en condiciones para poder meterlo dentro del parque. El precio fue de 395 rands por persona, en él estaba incluido el desayuno (un pequeño snack y un té) y duró unas 2:30h.

Fue nuestro primer contacto con los leones y aunque nos encantó tenemos sentimientos encontrados. Los leones se encuentran en un recinto aparte dentro del mismo parque junto con algunos elefantes y la verdad es que la zona, aunque es bastante grande no deja de ser un recinto dónde si quieren comer se tienen que esperar a que los “cuidadores” los alimenten. A diferencia de los leones que vimos en el Kruger éstos no presentaban magulladuras en la cara.

Seguidamente, cambiamos de recinto y nos fuimos a ver a los rinocerontes. Esta fue una de las mejores paradas de todo el safari ya que pudimos ver crías de rinocerontes de muy cerca, y la verdad es que son unos animales preciosos.

Los recintos dentro del parque de Hlane están separadas por vallas dónde uno mismo se tenía que bajar del coche y abrirla para que pasara el coche y luego cerrarla. La parte de los leones no se podía visitar si no era con un safari organizado.

Después de comer algo en nuestro bungalow nos fuimos a un mecánico para que intentaran arreglarnos la rueda. Por suerte muy cerca del parque encontramos un taller que a base de unos cuantos martillazos consiguió arreglar la llanta y que pudiéramos seguir con el viaje. Sólo nos costó 120 rands, la verdad es que se portaron genial y gracias a ellos pudimos seguir con nuestro viaje.

Por la tarde al tener la rueda arreglada fuimos a dar una vuelta por libre por el parque con la intención de ver rinocerontes, pero la verdad es que no vimos nada y nos perdimos. A diferencia del Kruger en este no hay indicaciones y tampoco te facilitan ningún mapa para poder ver las carreteras y los diferentes recintos.
Antes de que se hiciera de noche regresamos al campamento y pudimos disfrutar de unas vistas impresionantes justo enfrente del bungalow. El motivo principal por el que decidimos ir a Hlane era que enfrente de los alojamientos hay una charca de agua dónde se acercan los animales a beber agua, especialmente los rinocerontes, pero con tan mala suerte que estaban en obras. Pensábamos que ya no podríamos disfrutar de este espectáculo cuando de repente dos rinocerontes se acercaron al perímetro del campamento donde originalmente había agua y pudimos contemplarlos desde muy cerca. Sin duda fue una de las mejores experiencias del viaje.

Día 5: Hlane Royal National Park y traslado al Kruger National Park
Después de desayunar pusimos rumbo al Kruger National Park. Cruzamos de nuevo la frontera para volver a Sudáfrica.
Muy cerca del parque nos encontramos con un mercadillo de locales y decidimos parar para ver cómo vive la población. En ningún momento del viaje nos había dado la sensación de estar en África, pero parar en este sitio nos sirvió para abrir los ojos y ver la realidad, el estilo de vida de la mayoría de población de color del país.

Antes de entrar en el Kruger llenamos el depósito del coche y compramos comida para los desayunos y cenas ya que pensábamos que dentro del parque iba a ser muy caro, pero la diferencia era muy pequeña.
Una vez en nuestro campamento el Crocodile Bridge dimos una vuelta cerca de este hasta la hora del cierre, las 17:30h. En este paseo disfrutamos de elefantes, jirafas, cebras y nuestra primera hiena. No podía haber empezado mejor nuestro primer día en el Kruger.

Día 6, 7, 8, 9, 10: Kruger National Park
Sin duda fueron los mejores días de todo el viaje. Pudimos disfrutar como niños mientras buscábamos animales por las carreteras del parque. Durante estos días nos alojamos en diferentes campos como Crocodile Bridge, Lower Sabie, dos noches en Skukuza, Satara y Olifants.

Creamos una rutina que seguimos todos los días, nos levantábamos a las 6 am para salir a las 6:30 de la mañana y poder observar los animales a primera hora del día que junto con el atardecer es cuando están más activos.

Tras dos horitas aproximadamente regresamos al campamento para desayunar y recoger las maletas para poner rumbo al siguiente campamento mientras intentamos encontrar animales por el camino.

Siempre al mediodía comíamos en los restaurantes de los campamentos ya que todos disponen de unas vistas increíbles y de unos precios muy asequibles teniendo en cuenta dónde están.

Una vez terminábamos de comer y una vez asentados en la nueva habitación poníamos rumbo a explorar la zona para disfrutar de los animales hasta el anochecer que es cuando los campamentos cierran sus puertas.

Día 11: Kruger National Park y Ruta Panorama
Nos despedimos del Kruger con mucha pena para poner rumbo a la Ruta Panorama. Durante el camino hacia la salida del parque, aun buscando el leopardo que se nos terminó resistiendo, encontramos una preciosa familia de hienas con tres cachorritos. Sin duda fue una de las mejores despedidas.

Durante el trayecto hacia la Ruta Panorama descubrimos muchas paradas de gente local dónde comprar suvenires mucho mejor de precio que los del Kruger y terminamos de llenar las maletas de tallas hechas a mano.

Nuestra primera parada era los Three Rondavels pero debido a una huelga cuando llegamos nos lo encontramos cerrado. Así que nos dirigimos a la cascada Berlín con un precio de 10 rands por persona ya que estaban muy cerca de nuestro alojamiento.

El alojamiento estaba situado en un lugar precioso rodeado de naturaleza. Nos encantó el tiempo que estuvimos allí y sobretodo el restaurante que estaba decorado muy bonito.
Día 12: Ruta Panorama y vuelta a casa
Decidimos levantarnos tarde y realizar alguna de las paradas que nos quedaban de la ruta panorama. Nuestra primera parada fue God’s Window dónde su “rain forest” nos enamoró. Las vistas desde los miradores eran impresionantes. La visita es muy rápida y con 30-40 minutos puedes realizarla sin problemas.

Seguidamente fuimos a la cascada Mac Mac que nos costaron 10 rands por persona y aunque nos gustó mucho, la del día anterior nos pareció mucho más bonita y menos masificada. Para poder ver la cascada tienes que mirar entre unos barrotes ya que justo el mirador está al borde del acantilado.

Al finalizar la parte de la Ruta Panorama que queríamos visitar pusimos rumbo al aeropuerto ya que teníamos 4 horas de camino. Decidimos comer por el camino en un restaurante de un área de servicio con unas vistas a un lago preciosas.

Finalmente llegamos al aeropuerto a las 17h para coger el avión destino Barcelona.

